Si vivís por Gràcia o esta mañana estabais paseando por sus calles, sin duda alguna os habrá sobresaltado las numerosisimas explosiones que a lo largo de la mañana se han ido escuchando por sus calles.
El origen de dichas explosiones no era otro que el de los trabucaires que, juntamente con otros colectivos, esta mañana y a lo largo de todo el mes de abril irán participando en una serie de actos que l’Ajuntament lleva organizando desde hace cinco años para conmemorar la sublevación popular de 1870 del antiguo municipio contra la imposición de las quintas.
Las quintas era un sistema de leva por sorteo mediante el cuál se llamaba a filas a uno de cada cinco jóvenes inscritos en el registro a excepción de aquellos que pudieran aportar una importante suma de dinero. No cuesta mucho imaginar que este sistema era muy impopular, especialmente entre el proletariado y los campesinos, y que fue una de las primeras leyes que se derogó con el cambio de régimen (recordemos que estamos en pleno sexenio democrático) así pues cuando el general Prim las volvió a instaurar, meses antes de los incidentes a los que nos referimos, es comprensible la fuerte oposición que se desató, especialmente entre los sectores ya esmentados.
Así pues cuando a principios de la primavera de 1870 se decretó una nueva leva mediante las quintas para engrosar las filas del ejercito español el pueblo de Gràcia se opuso ferozmente, llegando al punto de levantarse en armas, la revuelta se inició el 4 de abril de 1870 y mantuvo el pulso con el ejercito dirigido por el general Eugenio de Gamide durante cinco días en el transcurso de los cuales tuvo que aguantar intensos bombardeos, la mayoría de los cuales se dirigían contra “La Marieta”, esta campana era la principal del campanario de la plaza de Orient, actual plaça de la Vila, que durante toda la revuelta no dejó de repicar a arrebato y a la cual no lograron silenciar. La revuelta quedo impresa profundamente en la memoria colectiva, dando nombre a uno de los semanarios federalistas y obreros más longevos de Catalunya pero no solo por eso, ya que 66 años más tarde, cuando estalló la guerra civil, las Juventuts Llibertarias de Gràcia derribaron y fundieron la estatua ecuestre del general Prim en el parque de la Ciutadella para aprovechar su metal, tal y como vimos con la campana de Sant Vicenç de Sarrià, para la fabricación de armamento. 
Ver Quintas en un mapa más grande
Interesante. salut
ResponderEliminarMuy interesante tu post de hoy...No sabía esto, para eso estamos para aprender.
ResponderEliminarUn saludo XAVIER:
Mari Trini.